sábado, 9 de diciembre de 2017

Escribimes y escribiretes I







Estaba haciendo autoestop y me subió.
-Si fueras una tía, intentaría violarte- me dijo.
-Y como no lo soy………
-Como no lo eres, te voy a contar como he acabado siendo camionero a mis cincuenta años cuando de joven lo que quería era ser piloto de caza. Todo empezó un domingo en una sesión de exhibición en la Barceloneta. Tenía yo dieciséis años…
A ver- pensé- cómo denuncio yo esto a la policía.

*******

Estaba al fresco.
Con visibles gestos de estar dolorida e impedida.
Con sobrepeso.
-¿Cómo está la mamá?- me preguntó.
-Bien. Cuidada. Lo mejor que puede estar, dadas sus condiciones.
-Es que llegué ayer y como no puedo acercarme a verla, ya ves como estoy. Entonces, ¿Eres su hijo mayor?
-Sí, el mayor.
-Y en las condiciones que estoy, ya ves, me es difícil moverme. O sea, ¿Qué está bien?
-Sí, muy bien. Mejor que aquí, sola.
-Me ha traído mi hijo. Pero, claro, él no me va a llevar a verla. Y yo sin él…..Me alegró que esté bien. ¿Está también allí Fulano, no?
-Sí, sí, también. Está muy bien también.
-Mejor que yo seguro. Es que cómo estoy me voy bandeando. Si no fuera por mi hijo... Pues dale recuerdos de mi parte.
-Se los daré, gracias.
Y me fui.
Sin preguntarle qué es lo que le pasaba, ni interesarme por su situación.
Creo que era lo correcto. Otra cosa hubiese sido una hipocresía.
Y una señora tan atenta y preocupada por los demás no se merece tamaña falta de respeto.

******

Con la excitación de irnos de vacaciones, decidimos ser sinceros y mi hermana dijo que dejáramos a la madre y yo le dije que entonces al padre también. La madre habló con el padre sobre dejar a los hijos. Al final decidimos irnos todos juntos.
En la autopista encontramos un montón de vehículos todos llenos. Nos alegramos. No éramos los únicos.

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